Hija de las tinieblas, Kiersten White

Nadie espera que una princesa sea brutal. Pero Lada, la hija de Vlad Drácula, siempre lo fue. En cambio, su hermano Radu es un joven gentil, inteligente y sensible. Todo lo que Lada y su padre desprecian. Cuando Drácula condena a sus hijos al destierro y los deja en manos del sultán otomano, Lada y Radu conocen a Mehmed. Por primera vez, Radu siente que tiene un verdadero amigo y Lada tal vez encuentre en él a alguien por quien valga la pena sentir algo. Para Radu, el imperio otomano es su hogar. Para Lada, el enemigo. Ella será capaz de sacrificarlo todo con tal de volver a su amada tierra. Lada, Radu y Mehmed crean un triángulo oscuro y apasionado, que desafiará todas las reglas, lealtades y sentimientos.  Kiersten White nos trae una impactante historia sobre intrigas políticas, en la que se cortarán cabezas, se empalarán cuerpos y se romperán corazones.

¡Hola, lectores! En esta ocasión les traigo una lectura que me ha sorprendido bastante y de la mejor manera, Hija de las tinieblas de Kiersten White. Hace algunos ayeres, cuando el mundo de los bloggers literarios comenzaba a formarse, Paranormal de la misma autora tuvo su momento de gloria. Pues como siempre me pasa en la vida y llego tarde a las cosas cool, hasta hoy pude conocer una historia de White. Así que a diferencia de muchos de sus seguidores, yo soy nuevecita en sus títulos y no tengo punto con cuál hacer comparaciones. Aquí vamos. 

La premisa del libro es bastante interesante. Tenemos a Lada, una chica de apariencia fea y peor humor que sólo piensa en las batallas y el dominio. Hija de Vlad Drácula, Lada aprende muy pronto el valor de ser el guerrero más fuerte e imponerse sobre sus enemigos. Vlad es aquel hombre real que inspiró la novela "Drácula" de Stoker y pasó a la eternidad como el sanguinario que gustaba de empalar a sus adversarios. Es a este "Drácula" al que nos acercamos en la novela y no al vampírico, hay que aclarar. Y aunque no es el protagonista, este personaje comparte muchas características con la historia: es oscuro, misterioso y un tanto violento. 

Junto a Lada aparece Radu, su hermano con quien forma luz y oscuridad. Todo lo que un príncipe podría ser lo es Radu pero no tiene la vena del conquistador como su hermana. Su aspecto físico es muy favorable y es bastante noble pero en este mundo la belleza acompañada se la sensibilidad sólo pueden dar un ser débil. Como verán, el choque entre los hermanos es inevitable pero pero a veces sus personalidades pueden hacer un buen equipo y deben aprender a utilizarlas a a su favor. 

Cuando comencé mi lectura y mucho antes de enamorarme del libro, encontré que la novela se situaba entre el Imperio Otomano que es una de mis partes favoritas de la historia antigua. Si no sabes mucho de estas civilizaciones, te estás perdiendo de una gran rebanada de aventuras, traiciones , enigmas y hasta romances que nos han hecho lo que somos ahora. Si bien no vas a encontrar una pesada lección sobre lo intensos que eran los otomanos, si podrá despertar en ti el gusanillo por aprender más de ellos. 

Kiersten White tomó todos estos elementos para traernos una novela donde la estrategia política es más importante que la familia y ser el líder es cosa de vida o muerte. Lada y Radu son peones en el ajedrez de su padre y deben obedecer para crear alianzas o cortar cabezas (en más de un sentido). Ambos se acercan al sultanato y conocen al heredero Mehmed y entre los tres se forma una relación bastante peculiar. Y no quiero hacer spoilers al respecto pero este triángulo de estira y afloja fue uno de los puntos que más me gustaron ya que la autora logra hacerlo interesante sin que absorba al resto de la trama. 

En fin, Hija de las tinieblas tiene muchos elementos que suelo apreciar en las novelas juveniles: una protagonista astuta llena de matices, una buena historia de respaldo y verdaderos conflictos. Me encanta que Lada no sea ideal ni busque serlo y se apague a sus principios aunque para nosotros no sean muy "morales". También encuentro interesante el contraste con su hermano y que el objetivo no sea conseguir un héroe con su persona en peligro sino anti héroes. Porque justo así definiría a Lada, una anti heroína que actúa por el deber que ella concibe correcto.  

Por si eso fuera poco, el ambiente siempre es apropiado, lo podemos comprobar en el inicio de la novela con la infancia de Lada. Ese fragmento es muy evocador a sabiendas de que la historia será llevada por una chica mayor que sólo recuerda piezas de su vida. Y no sé todos estén de acuerdo en que es una lectura ágil porque te incita a quedarte para averiguar cómo acabará. Que por cierto, este es sólo el comienzo. 

Gracias a VRYA por el ejemplar para reseña.