N.E.D.A.blog: Cinder, de Marissa Meyer

miércoles, 30 de marzo de 2016

Cinder, de Marissa Meyer

Sinopsis:
Había una vez... Una historia de una chica humillada y maltratada por su madrastra. Pasaron los años, pasaron los siglos, pero la historia de humillación parece no pasar jamás.

Luego de la devastadora cuarta guerra mundial, humanos y androides se apiñan en las calles de Nueva Beijing. Una enfermedad mortal está arrasando la población. Y desde el espacio, la reina lunar observa cómo la peste lo va devorando todo, confiada en lograr el control del planeta.

Cinder tiene 16 años y trabaja como mecánica. Su pasado es un misterios; su presente no puede ser peor, bajo la tutela de su madrastra, que la denigra constantemente. Hasta que su camino se cruza con el del príncipe Kai, y se ve en medio de un conflicto intergaláctico y de un amor imposible. Atrapada entre la peste y un gran secreto, no sabe si escoger la libertad o la inmolación, hasta que ya no puede elegir. Sin embargo, ella es especial. Ella es la única salida. Después de todo, así son los cuentos de hadas...

Cinder llegó a México hace bastante tiempo y debo admitir que a primeras no me apetecía nada leerlo. Pero algo cambió el año pasado, comencé a ver reseñas muy positivas acerca de él y me picó la curiosidad, no me creía del todo que fuese tan genial como se leía en aquellas opiniones. Recibí un ejemplar de la editorial y dejé mi lectura de ese momento por comenzar con esta historia.

Este libro se presenta como un retelling de Cinderella, de ahí el título, pero en un mundo futurista donde la humanidad ha sido mermada por la 3ra y 4ta Guerra Mundial. Nueva Beijing se rige por un sistema monárquico y poco más sabemos sobre el resto de los continentes. Sin embargo, existe una raza superior a los humanos, misteriosa y letal: los lunares. A pesar de los avances tecnológicos y la ciencia, la sociedad conserva todos los males que, seguramente, la llevaron a su destrucción. Hambre, estratificación, pobreza y sobre todo enfermedad. La fiebre azul o peste ha acabado con millones de vidas alrededor del mundo y representa la mayor amenaza para la estabilidad de la existencia humana.

Aquí nos arroja Marissa Meyer, en medio de un mundo que te tambalea bajo la presión de la enfermedad y una posible guerra intergaláctica. Entre todo eso se encuentra Cinder, una cyborg que pasa su vida entre cables, pantallas y el ir y venir del mercadillo donde trabaja como mecánica. A temprana edad sufrió un accidente del que recuerda casi nada. En el murieron sus padres y ella tuvo que pasar por varias intervenciones quirúrgicas que la convirtieron en una cyborg. Adoptada por una familia de clase media, Cinder siempre ha sido disminuida por su condición de ilegítima y mitad robot.

El mundo que crea Marissa Meyer está muy alejado de la Cinderella que conocemos, apenas se dibujan rasgos de esta a lo largo del libro y por momentos se nos olvida que existió una muchacha que viajaba en calabaza y perdía zapatos. La autora ha tomado una idea y la ha hecho totalmente suya de manera sorprendente. Cinder explora mundo inimaginados, se va por las orillas de los cuentos de hadas y toca la ciencia ficción como si de arena y mar se tratase. Estoy verdaderamente sorprendida por la capacidad de conjuntar todos estos elementos y salir victoriosa con una mezcla que pudo haber sido un desastre.

Cinder es un personaje con mucho pasado pero también con muchos recuerdos borrosos y aunque ella sólo mira al frente para continuar con su vida, las circunstancias la obligan a volver atrás. Pero no lo hará sola sino que se valdrá de otros en este viaje para encontrarse a si misma en el pasado y en el futuro. Aquí es donde aparece el Príncipe Kaito, o Kai, para los amigos. Leal a su país y a la corona de su padre, Kai tiene que abrir paso a sus emociones cuando su vida se cruce con la de Cinder. Creo que él nunca es un héroe para la protagonista, va junto a ella pero no se come a su personaje y eso se agradece. Nuestra chica tiene bien definidas las cosas en la vida, es una cyborg y nadie quiere a una cyborg. No es ya del todo humana y aunque se siente atraída por Kai, es algo imposible.

El mundo que tenemos aquí es siempre interesante, desde la tecnología hasta los personajes, queremos ver el mundo en el que viven y cómo se conducen en él. Todo cuanto no se nos dice apela a la imaginación, la historia se goza en los espacios vacíos dejándonos crear por nuestra cuenta, Nueva Beijing. Así que en este punto ya habrán notado que quedé encantada con Cinder y es que hace tiempo que no tenía un libro de este tipo que me diera ganas de recomendárselo a medio mundo. Lo que puedo decir es que no es un título que vayas a llenar de post it’s por sus frases desgarradoras, porque no las hay, es un libro donde se privilegia la acción y está bien. Son 380 páginas bien utilizadas y sin paja, la autora no se extiende más de lo necesario y se reserva tantas cosas que uno tiene que seguir la lectura para buscar respuestas.

Quedan algunos misterios que espero se nos revelen en las próximas entregas como que en este libro no se explica demasiado la naturaleza de los lunares. También nos quedamos con la esperanza de salvar a algunos personajes y entender la fiebre azul o la identidad de las mismísima Cinder. Amaría ver este título convertido en una película pero sería la primera en colgar a quien osara destruir algo tan bonito como lo que nos cuenta Meyer. Y por si todo esto no fuese poco, Cinder robó mi corazón friki con sus curiosas referencias a Sailor Moon, ya lo dije. No puedo esperar para leer Scarlet, creo que leeré Cinder de nuevo.